jueves, 24 de julio de 2014

Una experiencia genial

Hace un par de días asistimos a la primera entrega de premios de los Premios Heraldo en la red. Aunque no llegamos a ganar, fuimos finalistas y ésto sumado al mero hecho de estar ahí ya fue una gran recompensa para nosotras.

Cuando empecé a escribir no imaginaba llegar a presentarlo a ningún concurso, sólo tenía el objetivo de dar a conocer como es mi día a día con Cini para que todos aquellos diabéticos que están pensando en tener un perro de alerta médica puedan despejar sus dudas. Pretendo en todo momento, que se conozca el tema desde dentro, lo que realmente puede llegar a ayudar en el control de la diabetes, así como desmentir posibles mitos del tipo "si tengo un perro de estos no tendré que pincharme tanto..." Suelo decir que Cini no está para evitar que me mida el azúcar, está para hacer que me mida en el momento correcto (evitando así pinchazos innecesarios, pero estando segura y controlada durante el día y la noche).

Como iba diciendo, nos lo pasamos muy bien en la entrega de premios y, aunque Cini se llevó algún pequeño susto con tanto aplauso, se portó de maravilla. Me olió varias veces, a pesar de los muchísimos distractores que tenía, pero lo bueno fue que no tuvo que maracarme porque los desniveles me dieron un respiro. La verdad es que llevo unas semanas muy controlada, con niveles buenísimos casi todo el día.

Por cierto, la pequeña no tuvo ningún problema para entrar en el Caixaforum. Parece que poco a poco se va conociendo más el tema, estoy muy contenta porque, de momento, en todos aquellos sitios a los que vamos entienden la importancia de que me acompañe y no nos ponen problemas para entrar.

Felicidades Cini, aunque no seas tú la que escribes... Este reconocimiento también es para ti, por ser pionera en Aragón y por dejar tan buena huella allí por donde pasas.


lunes, 14 de julio de 2014

Una gran ayuda en todos los sentidos

Hace un par de dias llegué a comer con 288, pensé que me había quedado corta con la insulina que me puse en el almuerzo y me corregí en el bolus de la comida.

Me eché un ratito de siesta, que se me fue un poco de las manos, porque había puesto la alarma a la hora y media para medirme y ver si estaba bajando pero la apagué sin llegar a despertarme. Por suerte, Cini subió al sofá a olfatearme y comenzó a ladrar, y a ella si que... Por mucho sueño que tenga, no hay quien la haga callar hasta que me levanto, me mido, y le doy su fuerte abrazo por el trabajo bien hecho.

Así que me levanté a ver cuánto azúcar llevaba, y lejos de bajar con la corrección y el tiempo de espera antes de empezar a comer, había subido a 357. Como no llevaba cc (cuerpos cetónicos en sangre), decidí poner remedio a la situación antes de que llegaran y me cambié el cateter, puesto que si la corrección y el bolus de la comida no habían hecho efecto y no había burbujas visibles en el tubo... A mi me dio que el problema era el cateter (ya en su cuarto día, no me quedaban mas que unas horas para cambiarlo y pensé que era mejor adelantarlo).

Lo preparé todo y me puse un ratito un poco de hielo en la zona (así ni lo noto cuando entra) y justo cuando fui a ponermelo sentí como que no podía, y sin querer empecé a llorar. Hacía ya mucho tiempo que no me pasaba... Cini vino corriendo y aunque le di un trozo de pan para que estuviera entretenida y alejada, lo dejó en una esquina y volvió corriendo a tumbarse en mis pies... A lo mejor era justo lo que necesitaba, porque alejé el disparador de la piel, respiré, conté hasta 10 y me lo puse sin pensarlo.

A veces solo hace falta un poco de tranquilidad y, en este caso, Cini se encargó de recordarme que tenía toda la que necesitaba.

martes, 8 de julio de 2014

Una tarde divertida y agotadora


Esta tarde hemos ido al terreno de un amigo a las afueras de Zaragoza. Lo hemos pasado genial, tanto yo con mis amigos como Cini con el perro de uno de ellos.

Han jugado muchísimo a encorrerse y Cini ha ido una cantidad inumerable de veces a por su inseparable pelota amarilla. De vez en cuando se daba 10 minutillos de descanso tumbada a mi lado, pero no despreciaba los juegos ni caricias de ninguno de los que estábamos. Entre ida y venida en busca de su juguete, se acercaba a olfatearme para ver si todo estaba en orden, y como lo estaba, volvía a la carrera sin tener que marcarme.



Las dos hemos vuelto muy cansadas, de hecho, aquí dejo una foto de como estaba Cini a los 20 minutos de entrar en casa...




Pero, aunque parezca increíble, cuando ella estaba así de dormida ha comenzado a mover su cola muy rápido, se ha sentado y ha marcabo bajada. Me he mirado y llevaba 82, sin duda el ejercicio se empezaba a notar (y lo más seguro es que continue su efecto por la noche así que iré poniendo una basal temporal, de momento...) En cuanto ha marcado y me he medido, le he acariciado la cabeza y dado un fuerte abrazo, y en menos de un minuto estaba en la misma posición que antes...

Tú si que sabes cuidarme peque, hasta cuando estás agotada cumples con tus funciones, ¡¡¡Gracias otra vez!!!

sábado, 5 de julio de 2014

Reencuentro tras las vacaciones

Ya estoy de vuelta!!

He pasado unos días en la playa con unos amigos y mi chico, han sido geniales! Pero no todo ha sido perfecto...

Mi pequeña se quedó en casa, con mis padres y mi hermana, ya que no es seguro que te dejen entrar en todas partes con ella y esto puede ser un problema siendo tantas personas... Así, aproveché y le di a ella unas pequeñas vacaciones que también se las merece.

Cuando todavía no llevábamos 24 horas separadas, ya había estado en 37 y 398... ¡Un desastre! El viaje, los "nervios", el cambio de tiempo, la humedad y un largo etcétera de factores no ayudaban a controlar la situación, y la falta de mi Cini se hacía notar.

Ajusté la basal de mi recién estrenada bomba de insulina, Betty, y fui un poco más estricta de lo normal a la hora de las comidas lo que me permitió controlar mis niveles en día y medio y disfrutar, dentro de los picos inevitables, los días de sol, playa y amigos.

Fuimos a Port Aventura y aun así, mantuve a raya los niveles durante todo el día, no es fácil cuando las emociones se suman al clima, el ejercicio y la falta de sueño, pero no hay nada imposible!!

A pesar de haber disfrutado de estos días sin complicaciones serias, los picos inesperados de los que ya me había olvidado, gracias a mi pequeña, aparecían a menudo. Noté muchísimo el no tener sus ladridos a tiempo durante casi una semana. Me acordé un montón de ella e incluso, le escribí en la arena de la playa...


Ella no olvidó para nada todo lo aprendido, puesto que cuando entré en casa me saludó contenta, jugueteó conmigo y enseguida me marcó. De nuevo, otra hipo a causa del viaje (esta vez el de vuelta) pero, ni mucho menos de 37 como la de ida, Cini me ayudó a controlarla cuando todavía estaba en 124 evitando también el rebote de hiper posterior. ¡Qué buena princesa!

Ojalá consigamos pronto entrar sin problemas a todas partes... Te he echado mucho de menos, estoy segura de que me habrías evitado más de un susto innecesario. Pero, a pesar de ello, han sido unos muy buenos días de descanso merecidos por ambas!

Al año siguiente, te vienes con nosotros, peque!