Muchas veces escribo sobre cómo Cini me marca, qué niveles tengo cuando lo hace, qué trabajamos en Canem, cómo se comporta....
Pero el día a día con ella no se basa en todas estas partes contadas por separado. Cada día cuando nos despertamos por la mañana se echa encima de mi para que le toque la barriga, y yo estoy encantada porque estoy segura de que me ha cuidado durante toda la noche. Me sigue por la casa olfateandome, y se tumba al lado de mis apuntes cuando estoy estudiando y todo a cambio de un gran abrazo y un par de premios.
Es un entrenamiento que requiere muchas horas, pero lo que no puedo negar es que haberlo seguido paso a paso y formar parte de éste desde el primer momento ha sido genial. Cada avance parece increíble cuando lo ves en directo, fueron muy pocas semanas las que pasaron desde que me entregaron a Cini con 2 meses y poco, hasta que se sentó por primera vez al lado de "la fuente del olor". Y la ilusión que cada avance despierta en mí durante el entrenamiento, es un premio enorme al trabajo constante. Cuando estoy con ella, la importancia de la tranquilidad que me tranasmite es innegable. No hay ni un solo momento en el día en que me plantee que el esfuerzo realizado no merece la pena, un buen autocontrol es una recompensa muy valiosa.
Cini es una perrita muy alegre y juguetona por lo que no sólo me hace el autocontrol mucho más fácil, es una maravilla disfrutar de su actividad y su compañía en todo momento,
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