domingo, 27 de abril de 2014

Siempre de guardia...

Ayer fue un día lleno de descompensaciones, uno de esos en los que no olvidas que eres diabético pero como es una ocasión especial, lo dejas un poco de lado y comes más aquello que te apetece. Es cierto que con la bomba de insulina es más fácil, y que intentas por todos los medios compensar con insulina los excesos, pero al final del día la falta de control al que el cuerpo está acostumbrado acaba notándose...

Durante el día no estuve con Cini, a veces es necesario desconectar un poco la una de la otra. Que ella duerma sin estar pendiente de mí. La eché muchísimo de menos, es tan sencillo prevenir los desajustes cuando ella está... Pero también es cierto que a mi tampoco me va mal desconectar de vez en cuando.

El caso es que cuando llegué a casa ella me saludó como siempre, pero no tardó más de 10 minutos en tirarse encima de mi olfateandome entera, y pidiendome la mano para darle un par de lametones. Entonces la miré, y de nuevo se repitió la secuencia de marcaje de hiperglucemia... Yo ya lo imaginaba, tanto exceso de azúcar tenía que salir por alguna parte. A veces pienso que Cini es como mi conciencia, si me paso de comer lo que no debo ella se encarga de mirarme y ladrarme recordandome que si lo hago, al menos tengo que hacerlo con la insulina correcta!!!

En efecto, cuando llegué a casa estaba en 280, y así estuve un buen rato poniendome insulina hasta que conseguí que me bajara. Pero esta mañana de nuevo amanecí alta y se ha mantenido durante el día... Cuando me he echado a la siesta, Cini ya se ha puesto pesada aunque sin llegar a marcar, por lo que yo me he dormido sin problema. Y cuando llevaba ya un buen rato durmiendo he notado como Cini se me subía encima y empezaba a olfatearme la mano, después se ha bajado muy rápido y en los pies de la cama se ha sentado y ha ladrado hasta que me he levantado, me he pinchado y he descubierto que llevaba 100. Entonces me he puesto a merendar, porque me imaginaba que era el rebote de la subida... y, aun habiendo merendado, a los 10 minutos Cini ha vuelto a marcarme y estaba en 77. Imaginaos lo que hubiera pasado si ella no llega a despertarme...

¡¡¡¡Gracias de nuevo Cini, por cada uno de tus ladridos a tiempo y por cuidarme mientras duermo!!!

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