Es parte de mi día día que la pequeña se siente a mi lado y me chive con antelación qué pasará con mi glucosa en un rato. Me he acostumbrado muy rápido a tener esa ventaja a la hora de actuar porque, como se suele decir, a lo bueno se acostumbra uno pronto.
Hará unos 8 meses que Cini marcó la primera hipoglucemia real, y aunque ahora sea algo normal, en aquel momento no me lo podía creer. Ella tenía sólo 10 meses y el adiestramiento había comenzado hacía medio año. La pequeña pasaba con nota todas las fases de su entrenamiento diario, y eso nos hacía ver que faltaba menos para que comenzara a marcar situaciones reales.
Ese primer marcaje fue solo el comienzo, a partir de entonces no hemos parado de conseguir nuevos objetivos: aviso durante el día y la noche, detección de hiperglucemias, respuesta a si es hipo o hiper a la pregunta ¿Qué pasa, Cini?, aviso de cuando mi bomba emite una alarma por la noche... Todos estos pequeños avances me recuerdan cada día todo lo que se puede conseguir con un poco de trabajo contante y mucho cariño.
Pequeña, te ganas todos y cada uno los paseos y ratos de juego. Aunque... es un premio compartido, a mi también me encantan
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