Ya casi va a hacer un año...

Ya no queda nada para que haga un año que comparto con mi pequeña el día a día...

Quise esperar a recibirla hasta haber terminado todos los exámenes para poder estar con ella todo el día, para comenzar a trabajar sin parar desde el primer momento. Y a la vista está... los resultados de trabajar de manera constante desde el principio han sido increíbles!!

Ya no es igual de pequeña, ni tiene esa cara de cachorrita que tenía el día que la vi por primera vez, pero ahora es esa cosita especial que me despierta cada mañana y me cuida sin descanso.

Le hemos enseñado poco a poco cómo tenía que hacer su trabajo, siempre con mucho cariño, a base de premios, caricias y paciencia. Y ahora ella se encarga de devolverme cada día un poquito de ese trabajo facilitándome el autocontrol de mi diabetes.

Princesa, ¡¡¡somos un equipo perfecto!!!